La oferta cultural es innumerable y la arquitectura de Barcelona su gran emblema, con Gaudí a la cabeza. Te hemos dejado una selección de cinco edificios de diferentes estilos y épocas arquitectónicas que puedes visitar en Barcelona.
Cada año millones de turistas visitan la ciudad de Barcelona atraídos por el buen clima, las playas de la ciudad, las posibilidades de ocio y la oferta cultural que tiene la ciudad condal. Hoy en día te puede parecer normal que cada año nos visiten más de 10 millones de turistas. Sin embargo, no fue hasta los Juegos Olímpicos de 1992 cuando la ciudad de Barcelona se abrió al mundo.
Las Olimpiadas supusieron un antes y un después para la ciudad. Se construyeron infraestructuras, se modernizó la ciudad y, sobre todo, sirvió como cartel de invitación para visitar lugares como: la Sagrada Familia, las Ramblas, la Barceloneta, el castillo de Montjuic o el Camp Nou.
Basílica de Santa Maria del Mar
Esta basílica se construyó con dinero y mano de obra de los propios feligreses entre 1329 y 1383 cuando en Europa ya se habían erigido las grandes catedrales góticas. Es un edificio que destaca dentro del casco antiguo de Barcelona. La obra de Ramón Despuig y Berenguer de Montagut, es distinguida por su aspecto macizo y robusto por el exterior. Esta imagen rocosa, contrasta con el luminoso interior gracias a las grandes vidrieras de las 3 naves de la basílica. Los altos muros de bloques de piedra extraídos de la montaña de Montjuic fueron traslados incluso a espaldas por los descargadores del muelle. Es por ello por lo que se les homenajea en la puerta principal de la iglesia.
Además, la historia del edificio es un reflejo de los diferentes sucesos que ha vivido la ciudad a lo largo del tiempo. Sus muros han sido víctimas de incendios, terremotos, atentados y guerras.
Sagrada Familia
La arquitectura modernista en Barcelona tiene a Antoni Gaudí como máximo representante. Tal es la importancia de Gaudí y sus obras que bien podríamos haber seleccionado únicamente cinco obras suyas en este post como la casa Batlló, la Pedrera o la cripta Güell.
La Sagrada Familia es la obra más famosa del arquitecto catalán. No sólo por su tamaño sino porque después de casi 140 años de haber empezado a erigirse sigue en proceso de construcción. Se estima que el templo modernista estará finalizado para 2026.
La torre más alta, de las 18 que tendrá la Sagrada Familia, alcanzará una altura de 172m ya que Gaudí no quería que superase los 173 m de altura que tiene la montaña de Montjuic. La obra está cargada de simbolismos religiosos y de formas orgánicas que van decorando las fachadas e interiores de la basílica. Esto se debe a que Gaudí no dejaba al azar ningún detalle por muy aleatorio que ahora pueda parecernos. A pesar del carácter escultórico del edificio, la estructura está compuesta por formas geométricas regladas van sosteniendo esta singular obra de arquitectura moderna de Barcelona.
Edificio Walden
El edificio Walden es otro ejemplo de arquitectura en Barcelona. Situado en la zona Sant Just Desvern es obra del arquitecto Ricardo Bofill. Es una obra que no estuvo ausente de polémica por sus problemas constructivos y de realización desde que empezó a construirse en 1973.
Se trata de un edificio compuesto por cubos de 30 m2. Estos cubos por sí solos constituyen la unidad mínima para una vivienda. Sin embargo, pueden acoplarse hasta seis de estas unidades para formar diferentes configuraciones de vivienda. Esta pequeña ciudad está compuesta por más de 400 viviendas y tiene más de 40.000m2 construidos con sus propias calles y pasillos. Los espacios comunitarios, aunque se redujeron respecto su proyecto inicial, son una pieza vital del proyecto arquitectónico.
Al lado del Walden aún se encuentran los restos de la antigua fábrica de cemento donde Ricardo Bofill tiene actualmente su propio estudio desde donde ha ido dando forma a otras grandes obras de la arquitectura por todo el mundo.
Torre de Collserola
Ya te hemos comentado que las Olimpiadas de 1992 fueron un antes y un después para la ciudad. En pocos años Barcelona se modernizó y se transformó. Un ejemplo de este cambio es la Torre de Collserola. Se trata de una torre de telecomunicaciones ubicada en la sierra de Collserola que se puede ver desde prácticamente todo Barcelona. Esto es gracias a sus 288m de altura que hacen de esta estructura la más alta de todo Cataluña y su ubicación estratégica cerca del Tibidabo.
Construida entre 1990 y 1992, fue diseñada por el famoso arquitecto Norman Foster. La torre es uno de los pocos ejemplos del movimiento de arquitectura high-tech que tenemos en la ciudad Barcelona. A pesar de ser el lugar donde se realizan la mayoría de los enlaces audiovisuales de la ciudad y provincia, tiene un mirador donde se puede contemplar unas vistas inigualables de la ciudad de Barcelona. Además, cuenta con zonas para eventos y reuniones profesionales.
Esta obra de arquitectura moderna de Barcelona destaca también por su estructura. Un mástil de hormigón armado de 4,5m de diámetro que en su parte central tiene suspendidas 13 plataformas donde están dispuestas las antenas de telecomunicaciones. Toda esta estructura esta arriostrada desde 3 puntos desde donde salen 9 tirantes que anclan el edificio a terreno firme.
Torre Glories
Desde el año 2.000 el barrio del 22@ Barcelona es donde están teniendo lugar las grandes transformaciones urbanas y la mayor concentración de construcciones de edificios de arquitectura moderna en Barcelona. El mejor reflejo es la Torre Glories, antes conocida como Torre Agbar por ser sede de la compañía Aguas de Barcelona. Tiene una altura de 145m, 34 plantas sobre el nivel de calle y 4 plantas subterráneas. Esta obra de arquitectura está diseñada por el arquitecto francés Jean Nouvel y el estudio de arquitectura b720 de Fermín Vázquez.
El caparazón de hormigón en forma de bala está perforado por cientos de ventanas y recubierto por casi 60.000 lamas de vidrio que se iluminan por la noche. La singular forma y el colorido del edificio han convertido a este edificio en un icónico de arquitectura moderna de la ciudad de Barcelona que ya forma parte del skyline barcelonés.
Este edificio de Barcelona, estuvo a punto de convertirse en un hotel de más de 300 camas, pero finalmente conservó su uso actual de oficinas.