Si vas a vender una casa, no solo tendrás que prestar atención a lo que vas a ganar con la venta sino también los impuestos que tienes que pagar por la venta de la vivienda. ¿Los conoces? Si no lo tienes muy claro no te preocupes porque en el post de hoy nos centraremos en los impuestos que tendrás que afrontar.
A la hora de vender una vivienda es de sobra conocido que suponen unos gastos de venta del inmueble muy específicos. Si quieres tener una visión general de los costes en los que tendrás que incurrir lee nuestro post más genérico sobre este tema. Uno de los gastos principales a tener en cuenta son los impuestos que deberás abonar a la Hacienda Pública para hacer efectiva la venta de la vivienda. A continuación te detallamos dichos impuestos.
Impuestos a pagar al vender mi vivienda
- Plusvalía Municipal: depende del ayuntamiento donde esté ubicada la vivienda.
- IBI: el IBI lo paga la persona que sea propietaria de la casa el día 1 de enero del año de venta de la vivienda.
- IRPF: el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas es lo primero que se viene a la cabeza cuando hablamos de impuestos por la venta de una vivienda.
Si por la venta de tu casa tienes ganancias con respecto al precio de cuando la compraste (si, por ejemplo, la casa tiene una reforma hecha recientemente incrementa el valor de la vivienda y la puedes vender más caro), tendrás que pagar impuestos. Pero, si por el contrario has perdido dinero, no tendrás que pagar.
- Donación de vivienda: en el caso en el que no vendas tu casa, pero sí que optes por donarla, tendrás que pagar el IRPF por las ganancias que hayas obtenido. Aunque no hayas obtenido dinero real, Hacienda entiende automáticamente que sí que ha habido una ganancia por la donación.
¿Cuántos impuestos pagarás en el IRPF por la venta de tu casa?
- El dinero de la venta de una casa está dentro de las ganancias y pérdidas patrimoniales y por esta razón debe tributar en el IRPF a un tipo impositivo. En 2020, en España, los tipos impositivos son: si has obtenido ganancias de hasta 6.000 euros, un 19%. Si obtienes ganancias de entre 6.000 y 50.000 euros, un 21% y si tienes ganancias que superen esa cantidad, el tipo impositivo es de 23%.
- No todos tienen que pagar el IRPF. Estos son los casos que se salvan:
- Si vendes tu vivienda habitual para comprar otra no tienes que pagarlo en la renta por el beneficio obtenido. ¿Por qué? Porque solo se aplica a viviendas habituales, no a las segundas viviendas.
- Los mayores de 65 años que vayan a destinar su ganancia a contratar una renta vitalicia. O sea, si vende una casa que no es la habitual, pero va a contratar ese dinero que gane para una renta vitalicia, no tendrá que pagar en el IRPF.
Otros gastos derivados de la venta de una vivienda
Pero no solo debes tener en cuenta los impuestos por la venta de una casa, también tendrás que asumir los gastos de notaría, del certificado energético (si no lo tienes, porque es obligatorio presentarlo en la venta) y de cancelación de hipoteca si aún no has terminado de pagarla. Y si, además, has decidido vender tu vivienda con la ayuda de un agente inmobiliario, ten por seguro que tendrás que pagar ciertas comisiones y honorarios por sus servicios.
Un agente inmobiliario te ayuda en el proceso para que encuentres al mejor comprador para tu casa, es cierto, pero no lo hará gratis. Si realmente estás interesado en vender una casa y te está resultando complicado hacerlo por tu cuenta o no tienes tiempo de ponerte a negociar con extraños, te ayudamos. Nosotros compramos tu vivienda directamente sin ningún tipo de comisión ni honorarios, porque no somos intermediarios.
¿Qué tienes que hacer para vender tu casa rápidamente? Rellena nuestro formulario de venta y recibe una oferta en 24 horas totalmente gratuita. Si la aceptas, visitaremos tu casa para validar toda la información y presentarte la oferta final de compra, que será el precio que pagaremos por tu casa. Si te encaja, nos vemos cuando tú quieras en notaría para firmar y pagarte. ¡Y listo! Porque creemos que vender una casa no debe ser un proceso doloroso, sino una experiencia memorable. ¡Nos leemos en el próximo post!